En los procesos de separación o divorcio, uno de los aspectos más delicados es el reparto de las responsabilidades relacionadas con los hijos menores. En este aspecto, es frecuente confundir los términos ‘patria potestad’ y ‘custodia’, pero en realidad tienen alcances distintos. Por esa razón, en este post te explicamos las diferencias entre patria potestad y custodia. Y te informamos sobre en qué casos, siempre excepcionales, un progenitor puede perder la patria potestad.
¿Qué es la patria potestad?
El término patria potestad hace referencia al conjunto de derechos y deberes que tienen los padres sobre sus hijos menores de edad. Este concepto abarca, en la práctica, la toma de decisiones fundamentales sobre la educación y salud de los pequeños, y sobre su bienestar y desarrollo en todos los ámbitos. En España, la patria potestad se ejerce de manera compartida entre ambos padres, excepto si un tribunal determina lo contrario por motivos de extrema gravedad.
Asimismo, la patria potestad no depende de si los padres viven juntos o no. Incluso tras un divorcio o una separación, ambos progenitores seguirán compartiendo la patria potestad, salvo que un juez lo impida. Esto significa que las decisiones cruciales en la vida del menor deben ser conjuntas, incluso si una de las partes tiene la custodia absoluta. Dicho vocablo, el de custodia, que recordemos es diferente al de patria potestad, lo definimos y ampliamos a continuación.
¿Qué significa “tener la custodia”?
Hay notables diferencias entre patria potestad y custodia. Esta última es relativa al hecho de con quién vive el menor de manera habitual, y de quién se ocupa de su cuidado diario. Puede ser de varios tipos, pero los dos más comunes son la custodia exclusiva (o absoluta) y la custodia compartida.
En la primera, uno de los progenitores asume mayoritariamente el cuidado habitual de los hijos, mientras que el otro solo tiene derecho a un régimen de visitas -según acuerden entre ellos o, en su defecto, dicte un juez-. En cambio, la custodia compartida implica que los descendientes pasen períodos alternos con ambos progenitores, con un reparto equitativo de tiempo.
Sin embargo, independiente de la clase de custodia que se fije, las decisiones trascendentales siendo competencia de ambos padres debido a la patria potestad. Aunque si uno de ellos la pierde, dejará de tener derecho a la custodia, sea esta exclusiva o compartida.
La custodia en España
En España, la custodia compartida es la más habitual en los casos de separación o divorcio. La ley española promueve esta idea y, por lo general, los abogados que estamos especializados en Derecho de Familia opinamos lo mismo.
La razón estriba en que el bienestar de los hijos se maximiza cuando ambos padres participan activamente en día a día de los pequeños. Además, evita que estos sientan que pierden el contacto con uno de sus progenitores. La custodia compartida, como valor añadido, también tiene ventajas prácticas, ya que se reparte tanto el tiempo como los gastos. Y, a su vez, los adultos pueden disponer de más libertad para sus actividades individuales.
No obstante, no tiene por qué ser siempre la mejor alternativa, ya que cada familia es única. Los abogados especializados en esta materia asesoramos a los padres sobre sus derechos y obligaciones, y desde esa óptica recomendamos las custodia más beneficiosa para sus hijos estudiando su caso.
Causas para retirar la patria potestad a un progenitor
Volviendo a la patria potestad, aunque como hemos señalado antes suele ser compartida, hay circunstancias excepcionales en las que un juez puede decidir retirarla. Entre las principales causas de ello está el abandono del menor, el maltrato físico o psicológico, el incumplimiento grave de los deberes parentales o la imposibilidad de ejercer la patria potestad (por razones como una enfermedad mental grave o adicciones, por ejemplo). Además, si uno de los progenitores muestra una actitud reiterada de desinterés por el bienestar de los descendientes, o hay un riesgo comprobado para su seguridad, un tribunal puede tomar esta determinación.
Pero que se retire la patria potestad es una medida drástica y, en los juzgados se intenta mantener siempre que sea posible, evaluando cuidadosamente las circunstancias de cada caso y escuchando tanto a los dos padres como al menor, si tiene la madurez suficiente.
Cómo solicitar el ejercicio exclusivo de la patria potestad
Si hay razones que lo fundamenten, el ejercicio exclusivo de la patria potestad se puede pedir por vía judicial durante un proceso de separación o divorcio, o a posteriori mediante una modificación de medidas definitivas. Esta solicitud se suele tramitar cuando hay un desacuerdo reiterado entre los progenitores sobre el ejercicio de la patria potestad.
Los jueces, en estos escenarios, valoran exhaustivamente las circunstancias del caso y escuchan a las partes enfrentadas, tras lo que puede decidir otorgar el ejercicio la patria potestad a una de ellas. Esta medida puede ser total o parcial y se establece por un tiempo limitado que, en general, no es superior a dos años.
En el otro extremo, es fundamental tener en cuenta que, aunque se pueda luchar en los juzgados por este ejercicio exclusivo, ningún progenitor puede renunciar a su patria potestad.
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