¿Demasiadas deudas en tu negocio? Si ya has valorado todas las posibilidades y no te queda otra opción que cerrar tu empresa, aquí encontrarás unos consejos ante una situación inminente. Y seguro que dolorosa, pero quizá sea la alternativa más inteligente en ciertas circunstancias. Porque quizá en un futuro puedas emprender otro camino empresarial con más éxito debido a tu experiencia previa.
El primer consejo sería, si realmente no puedes afrontar los pagos, abrir un concurso de acreedores, sistema del que hablado anteriormente en nuestro blog. Aunque antes de ello, debes decidir si cerrar efectivamente la sociedad y liquidarla (“disolución”), o solo hacerlo por un tiempo. Esta segunda opción se denomina “cese de la sociedad”. Y te permite volver a activarla cuando desees.
Pero como advertíamos en el párrafo anterior, en la disolución entre en juego el pago a los acreedores. Y si tu decisión ha sido el cierre por este motivo, probablemente no te puedas hacer cargo de la totalidad de las deudas. Las dificultades económicas son aquí el eje el problema. Pero ahora se trata de evitar males posteriores.
Plan de cierre y concurso de acreedores
Echar el cerrojo a la sociedad que seguro fundaste con ilusión, puede ser menos traumático si estableces previamente un plan de cierre. Desde el momento en que comiences a pensar en dar por acabado el negocio. Una de las prioridades sería que consultases a un abogado especialista en Derecho Mercantil, con experiencia en concursos de acreedores. Y con él, y con tus cuentas en la mano, valorar si va a ser necesario o si, por el contrario, tienes capacidad de liquidar todas tus deudas y pagar los finiquitos de los empleados.
Si no es así, como suele suceder, céntrate en todos los mecanismos que tu abogado te aconseje. Y si llega el momento del concurso de acreedores, tendrás que liquidar los bienes de la sociedad con el fin de pagar todas las deudas posibles. Debes saber también que en este proceso, si ocurre, se determinarán la responsabilidades de los administradores sobre las deudas acumuladas. Hablamos de una quiebra, por lo que no todas las deudas de proveedores y trabajadores se podrán solucionar. Por este motivo, el concurso de acreedores conlleva un camino judicial ante el que deberás prepararte debidamente con tu asesor legal.
El papeleo necesario
Otra recomendación esencial es que sigas al pie de la letra los trámites burocráticos que exige la ley. Entre otros movimientos, tendrás que comunicar al Registro Mercantil el fin de la actividad y el cierre definitivo de la empresa. Adjuntando el acta de reunión de la Junta -donde todos los socios acuerden el cierre de la compañía- y la cuenta de resultados.
En segundo lugar, es preciso presentar la escritura de liquidación tanto a la Agencia Tributaria como a la Seguridad Social. Hablamos de trámites en sí mismos algo farragosos, pero que con la ayuda de tu abogado se pueden gestionar ágilmente. Estos son nuestros consejos a la hora de cerrar una empresa.
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