En determinadas circunstancias, un accidente de tráfico también puede ser considerado accidente de trabajo. En este artículo te explicamos los requisitos que definen esta situación, y los derechos que se generan cuando un accidente de tráfico es también un accidente laboral. Te aclaramos, además, qué tipo de incidentes están incluidos, ya que no solo los producidos en un coche o moto, por ejemplo, pueden ser entendidos como accidentes de tráfico laborales.
¿Cuándo un accidente de tráfico se considera laboral?
Un accidente de tráfico pasa a ser también accidente laboral cuando sucede en el trayecto de ida o vuelta al centro de trabajo. Es lo que se denomina legalmente accidente in itinere. Pero este concepto no solo hace referencia al trayecto directo, sino también a las desviaciones comunes -no casuales- que se suelan hacer (por ejemplo, si el trabajador deja cada día a sus hijos en el colegio antes de comenzar su jornada, o si tras finalizarla deja a un compañero en su domicilio por costumbre). Y, a su vez, a los trayectos para cumplir con tareas encomendadas por el empresario, como cuando se va a trabajar a las instalaciones de un cliente.
Incluso, es válido que el origen del viaje sea otra residencia y no la vivienda habitual, lo que puede pasar si, supongamos, el empleado acude directamente a su trabajo un lunes por la mañana tras haber estado fuera de su casa el fin de semana por motivos de ocio.
El periodo tiempo durante el cual se ha realizado el trayecto también es importante porque, para que un accidente de tráfico pueda calificarse como laboral, generalmente tiene que haber tenido lugar durante el tiempo que precede a la entrada y/o salida del trabajo, según el horario del empleado y lo que este tarda en recorrer el camino desde su domicilio hasta la empresa.
No obstante, existen excepciones a esta regla; por ejemplo, si precisamente ese día la persona ha salido antes de su centro de trabajo, o ha entrado más tarde. En ambos casos, también estaríamos ante un accidente laboral. La cuestión es que el suceso sobrevenga en un tiempo razonablemente próximo a la hora de entrada o salida.
¿Es necesario ir conduciendo un vehículo?
La respuesta a este otro interrogante es negativa. No es imprescindible conducir, porque también se considerará que ha habido un accidente de tráfico laboral si se acude al centro de trabajo caminando y se sufre un atropellamiento.
Asimismo, también puede darse la situación de que el trabajador vaya de copiloto en un coche o en una motocicleta. O de pasajero en un autobús, por ejemplo. Si el objetivo el llegar a su puesto, o está volviendo a su domicilio tras la jornada, se consideraría igualmente un accidente laboral de tráfico.
Derechos cuando un accidente de tráfico es también un accidente laboral
Por el accidente de trabajo
En primer lugar, atendiendo a la calificación de accidente laboral (que podría ser de tráfico o de otra índole), la persona tendrá derecho a una baja médica si el incidente le ha provocado lesiones físicas y/o psíquicas. Esta baja se ha de tramitar por la mutua, quien también se debe de ocupar del tratamiento y seguimiento del estado de salud del afectado. Además, como la contingencia no ha sido una enfermedad común, no será necesario acreditar ningún periodo de cotización previo para cobrar la prestación por incapacidad temporal.
En cuanto al importe, por accidente de trabajo se percibe el 75% de la base reguladora desde el día siguiente al de la baja laboral. Aunque, en la actualidad, en muchos convenios colectivos se establece que la empresa debe abonar el llamado complemento de IT, de forma que el profesional de baja puede llegar a cobrar hasta el 100% de su sueldo.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que si el tratamiento se alarga, se prueban todas las soluciones terapéuticas y aún así quedan secuelas incapacitantes, se podría tener derecho a una pensión de incapacidad permanente.
Por el accidente de tráfico
Veamos ahora en lo que puede derivar, económicamente, este tipo de accidentes. Únicamente, por ser de tráfico. Desde esta perspectiva, es la aseguradora del conductor responsable quien debe hacerse cargo de las indemnizaciones que correspondan.
El proceso es el siguiente:
- Solicitar a la mutua un informe médico que acredite las lesiones padecidas.
- Contactar con un abogado especialista en accidentes de tráfico, quien presentará una solicitud de indemnización a la aseguradora contraria.
- Esperar a que dicha compañía emita una oferta (que toma el nombre de ‘oferta motivada’), para lo que cuenta con un plazo máximo de tres meses.
- Si la cifra que proponen no te satisface, tu abogado la puede negociar. O, incluso, si no se logra un acuerdo, puede aconsejarte que acudas a los tribunales.
| Como has podido leer, cuando un accidente de tráfico es también un accidente laboral por pleno derecho, las consecuencias son dobles. Si has vivido una situación como esta y necesitas asesoramiento legal, puedes contactar con nosotros aquí como abogados especialistas en accidentes de tráfico.